DÍA 22
Hoy me encuentro bastante cansado y con mucho sueño, anoche no podía dormir por los nervios y el día ha sido muy largo. La obra de teatro que hemos hecho en el cole ha salido muy bien y ¡los abuelos al final han venido!, qué pena que no hayan venido el tío Jesús y la tía Mari, siguen enfadados con Papá y la verdad es que esto me entristece bastante. Imagino que estarían trabajando pero por lo menos podían haberme llamado anoche. Las cosas no son como antes, me habría llamado la tía Mari para desearme suerte.
Antes de salir al escenario estábamos todos muy nerviosos pero la profe nos ha dicho algo que nos ha ayudado bastante: “hemos llegado hasta aquí con mucho esfuerzo, después de trabajar mucho y sólo tenéis que disfrutar y no pensar si lo haréis bien o lo haréis mal”. Al terminar la obra la gente se ha puesto de pie y no paraba de aplaudirnos. El fuerte sonido de los aplausos y los estruendosos gritos de la gente todavía están en mi cabeza. He visto a mamá gritar como una histérica al final de la obra. El abuelo me ha dicho que tengo madera de artista, que he salido a él, y la abuela no ha podido decirme nada porque sus ojos indicaban que estaba muy emocionada. Papá y mamá me han dicho que están muy orgullosos de mí y que a partir de ahora tendrán que estar más pendientes para que no les engañe cuando haga algo mal en casa. Clara me ha dado un abrazo enorme nada más verme, le ha gustado mucho.
Rosa estaba muy guapa con sus mejillas sonrosadas y su largo pelo rubio pero no se ha fijado mucho en mí, sólo tenía ojos para Carlos. Me da mucha vergüenza hablar con ella, me gusta mucho, pero creo que he sido muy valiente al acercarme a ella y despedirme deseándole feliz navidad.
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