lunes, 10 de enero de 2011

Mi diario - 6 de enero

Hoy ha sido un día muy emocionante. Hemos pasado el día en casa de los abuelos Pepa y Manolo, nos hemos quedado a dormir aquí. Los reyes han pasado por aquí y nos han dejado muchos regalos.

La abuela y mamá han estado toda la mañana en la cocina preparando la comida para todos mientras que el abuelo, papá y yo hemos salido a dar una vuelta en su nuevo coche. Cuando hemos vuelto para comer, nos ha abierto la puerta la prima Paula ¡qué sorpresa, se quedan a comer con nosotros! Hacía mucho tiempo que no nos juntábamos con ellos, desde que se enfadaron el tío Jesús y papá.

Lo mejor de toda la comida ha sido el delicioso pastel de chocolate que prepara la tía Mari, ¡qué rico!, y encima la abuela tenía nata para ponerle alrededor. Aunque mamá me ha advertido que luego me iba a doler la tripa he repetido un gran trozo de pastel, ¡es que está muy rico! Mamá tenía razón, me ha empezado a doler la tripa. La abuela me ha dado un vaso con unos polvos blancos. Estaba asqueroso, pero me ha aliviado bastante el dolor.

Después de comer hemos abierto todos los regalos, ¡había para todos! A papá le han traído unas gafas para nadar, a mamá un libro, a Clara una muñeca con chupete, a Paula una cocinita y a los tíos un despertador. El mejor regalo de todos ha sido el de los abuelos: un álbum lleno de fotos de toda la familia. Y para mí ¡un helicóptero teledirigido! ¡Qué guay, cómo mola! Al principio me ha costado mucho manejarlo porque siempre se chocaba con las paredes. Papá me ha dicho que era mejor jugar con él al aire libre y me ha prometido que iremos mañana al campo de fútbol para enseñarme a manejarlo.

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